Contaminación del Aire
Un grave problema
La contaminación del aire urbano es un serio problema en muchas grandes ciudades del planeta. El intenso e incesante tráfico, unido a fábricas que no controlan sus emisiones, convierte el aire de ciudades de todo el mundo en auténticas nubes de smog. Los niveles de partículas contaminantes sobrepasan en muchos casos el límite de seguridad para la salud humana marcado por la OMS.
La contaminación del aire mató aproximadamente a 7 millones de personas en 2012, lo que la convierte en el gran problema de salud medioambiental mundial según la OMS. La cifra conlleva que una de cada ocho muertes mundiales en 2012 se vinculó con el aire contaminado.
Si tenemos en cuenta que la población aumentará de los 7 mil millones actuales a los 9 mil en los próximos años, mejorar la calidad del aire en las ciudades es un reto que urge.
La OMS marca los límites seguros en los 20mcg/m3 (medición habitual de la expresión de contaminantes "clásicos" como SO2, óxidos de nitrógeno, partículas, etc.); pero en ciudades como París, el promedio anual es de 38 mcg/m3, y en casos extremos como en Pekín, han llegado a superar los 300microgramos, obligando a la ciudad a imponer la alerta naranja.
Las personas no tienen otra opción que respirar el aire que hay a su alrededor. Cuando el aire está contaminado, las personas respiran ozono, partículas y gases peligrosos que pueden dañar los pulmones, corazón, y atentar contra la salud en general. La contaminación del aire puede generar tos, congestión de los ojos y problemas de respiración. Afortunadamente, las personas comienzan a sentirse mejor cuando la calidad del aire mejora, pero esto no sucede siempre.
Como consecuencia a la exposición al aire contaminado, las personas mayores, niños, o aquellos quienes sufren de enfermedades cardiopulmonares, son las más vulnerables para contraer asma o bronquitis. Los niños están bajo un mayor riesgo ya que sus pulmones aún están en proceso de desarrollo. Y como pasan mucho tiempo jugando al aire libre, suelen respirar más aire contaminado que la mayoría de los adultos.
Aún cuando las personas no tienen más opción que respirar el aire a su alrededor, disponen de alternativas para mantenerse saludables. Las personas pueden estar atentas a las predicciones de la calidad del aire y evitar hacer ejercicios al aire libre, o pasar más tiempo bajo techo siempre que haya concentraciones de ozono elevadas, así como apoyar las medidas que intentan mejorar la condición del aire y reducir las fuentes de contaminación; todas estas son recomendaciones para mantener la buena salud. Estas acciones son una respuesta positiva al problema que, literalmente, puede dejar a las personas sin aire.